La Clave Para Una Relación Piadosa

Sagrada Escritura: 1 Corintios 6:19-20

“19¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; 20 fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpoa Dios.”


Cuando te miras en el espejo todos los días, ¿qué ves? ¿Estás mirando una imagen de quién crees que eres? ¿Estás buscando algo específico o que quizás esté fuera de lugar? ¿Alguna vez te has planteado que esa imagen de tu cuerpo que miras en el espejo es mucho más que lo que estás observando?

El apóstol Pablo, al escribir a la iglesia de Corinto, planteó una pregunta mucho más profunda. Él dijo: “¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?” ¿Te imaginas lo reveladora que hubiera sido esta pregunta? El solo hecho de considerar que el Espíritu Santo moraría en mí, pecador, es abrumador.

El rey Salomón planteó una pregunta similar a Dios mientras construía su templo, 1 Reyes 8:27 “¿Pero Dios realmente habitará en la tierra? Los cielos, incluso el cielo más alto, no pueden contenerte. ¡Cuánto menos este templo que he edificado!”

Según Salomón, si Dios no puede estar contenido en un templo construido por el hombre y sabemos lo extraordinario que era el Templo de Salomón, entonces, ¿cómo puede morar Su Espíritu Santo en el hombre? Aunque es posible que no encontremos a través de la lógica humana cómo puede suceder esto realmente, la Palabra de Dios nos confirma que esto sucede y sucederá:

2 Corintios 6:16b “Porque somos templo del Dios viviente. Como ha dicho Dios: “Viviré con ellos y caminaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”.

Podemos tener muchas preguntas sobre cómo puede ser esto o por qué Dios haría esto. La conclusión es que por el Espíritu de Dios que mora en nosotros, podemos tener una relación íntima con Dios mismo. Además, esta morada del Espíritu de Dios en los creyentes unifica el cuerpo de Cristo, la iglesia, para el propósito que ha sido llamada.

Gracias a Jesús, que, a través de Su sacrificio en la cruz, Él ha hecho posible esta morada. Démonos cuenta de esto, ahora pertenecemos a Dios por haber aceptado a Jesús como nuestro Salvador. Jesús pagó el precio, y ahora somos su posesión. Ahora podemos llamar a Jesús, Señor de nuestras vidas. Cuando nos demos cuenta de que ya no se trata de mí y que todo se trata de Dios, encontraremos una nueva dirección en nuestras vidas. ¿Qué causó esto? ¡La morada del Espíritu Santo en el templo que se llama tu cuerpo!

Mientras vivas cada día, por la gracia de Dios, recuerda siempre que lo que dices y lo que haces es un reflejo real de Aquel que mora en ti.


Oración:

Padre Celestial, gracias por enviar a tu Hijo Jesús a comprarnos con Su sangre preciosa. A través de Su sacrificio hemos abierto nuestros corazones para que ahora tu Espíritu Santo more en nosotros. Danos la sabiduría cada día para reflejar siempre tu amor y gracia a quienes nos rodean. A través de tu Espíritu, fortalece nuestro amor por ti y únenos, como iglesia, para cumplir tu propósito en este mundo.

En Cristo Jesús, Amen.

Resolución: Deléitese En La Palabra

Con el año nuevo acercándose, estoy seguro de que el 1 de Enero, los gimnasios en todo el país tendrán un aumento en su membresía total. Por el aumento en miembros, también deberán traer maquinas adicionales para satisfacer las necesidades del aumento repentino del tráfico. El lugar estará lleno… y para el 7 de Enero, habrán sacado toda maquina adicional y la mayor parte del tráfico habrá disminuido… ya que la mayoría de la gente habrá renunciado a sus resoluciones de Año Nuevo.

Esto no solo sucederá en sus gimnasios locales, sino también en muchos lugares diferentes, la gente definitivamente habrá renunciado a sus resoluciones de ponerse en forma, bajar de peso, parar malos hábitos, salir de deudas. No hay nada de malo en hacer estas resoluciones comunes de Año Nuevo. Por supuesto, todos tomamos resoluciones que no cumplimos.

La buena noticia es que cada año es una oportunidad para empezar de nuevo. Pero también lo es cada semana. Cada Domingo es el primer día de la semana… un nuevo comienzo. En realidad, cada día es una oportunidad para un nuevo comienzo.

El pasaje de hoy nos dice algo sobre nuevos comienzos y nuevas oportunidades, y sugiere algunas posibles resoluciones de Año Nuevo.


Escritura: Salmo 1:1-6

1) Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, 2) sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. 3) Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! 4) En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento. 5) Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos. 6) Porque el Señor cuida el camino de los justos, mas la senda de los malos lleva a la perdición.”


‘Deléitese’ en la Palabra

Si está comenzando el viaje para leer la Biblia este año, ‘Deléitese’ en la Biblia y encuentre aliento en las palabras que Salmo 1 tiene para usted.

La promesa es que si te ‘deleitas’ en la Palabra de Dios y ‘meditas’ en las Escrituras ‘día y noche’ (v.2, NVI), tu vida será bendecida. La felicidad viene de lo que te sucede. Bendición es lo que te sucede al conocer a Dios y meditar en sus palabras.

Dios promete que serás fructífero (‘cuando llega su tiempo, da fruto’, v.3b), vitalidad (‘sus hojas jamás se marchitarán’, v.3c) y prosperidad (‘todo cuanto hace prospera’, v.3d), aunque no necesariamente prosperidad material!

Este mensaje está respaldado por una mirada al destino final de ‘los malvados’. El salmista no intenta pretender que los malvados a veces no prosperan. Simplemente nos recuerda la naturaleza transitoria de su prosperidad: “son paja arrastrada por el viento… (ellos) perecerán (v.4,6).

La clave para ser fructífero y tener vitalidad duraderas y eternas cae en su relación con Dios. Mientras buscas seguir “el camino de los justos”, tienes la seguridad de que el Señor mismo velará por ti (v.6).


Oración

“Señor, gracias por tus maravillosas promesas mientras decido hacer un hábito regular de deleitarme en tu palabra y meditar en ella. Amén.”

Acércate

La Biblia nos dice: “Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes”. (Santiago 4:8a)

Esta promesa es tanto alentadora como animadora. También nos recuerda la responsabilidad que tenemos en nuestra relación con Dios.

La frase “acercarse” significa, muy simplemente, acercarse a una cosa. Si te acercas a Dios, dice Santiago, Dios mismo vendrá a estar cerca de ti.

Eso parece un poco redundante al principio. Si te acercas a alguien o algo, por supuesto que naturalmente también se acercarán a ti, pero Santiago está describiendo una relación espiritual, no una proximidad física.

Podríamos pensar en la parábola del hijo pródigo y en la resolución del hijo en esa parábola de reunirse con su padre. Dejando el país lejano en el que había buscado hacer un hogar, regresa a la casa de su padre. A medida que se acerca a la casa, su padre lo ve desde lejos, y en lugar de esperar a que el hijo cubra toda la distancia, el padre sale corriendo de su lugar para saludar al hijo y abrazarlo (Lucas 15: 11-32). El hijo procuró acercarse a su padre, y el padre a su vez se acercó a él.

Este es el deseo de Dios.

Él quiere que vengamos a Él. Pero a medida que comenzamos ese viaje, no deberíamos imaginarnos a Dios esperando al final del camino, tocando con los dedos de los pies con impaciencia para vernos llegar a donde debemos estar. Más bien, Dios está, metafóricamente hablando, corriendo para encontrarse con aquellos que sinceramente se están acercando a Él.

Lo que plantea la pregunta: ¿qué significa acercarse a Dios? ¿Cómo hacemos tal cosa en la práctica? ¿Cuál es la aplicación práctica de la metáfora?

A veces hablamos de acercarnos a Dios en la adoración, en la oración, en el canto o en Su palabra. La Biblia nos dice que nos acerquemos al trono de Dios confiadamente, y el contexto y significado de la declaración parece indicar oración y adoración (Hebreos 4:16). Nos acercamos al trono de Dios para pedirle y alabarle. Pero hay razones para pensar que Santiago puede tener algo diferente en mente cuando nos dice que nos acerquemos a Dios en Santiago 4:8. Por un lado, está el contexto más amplio de la declaración.

El pasaje más completo nos dice: “Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. ¡Límpiense las manos pecadores! Y ustedes, los doble ánimo, ¡purifiquen su corazón!” (Santiago 4:8) Santiago también dice: “Sométanse a Dios”, y “Humíllense ante el Señor, y Él los exaltará”. (Santiago 4:7a, 10)

Nuevamente, la instrucción de Santiago recuerda la parábola antes mencionada enseñada por Jesús. El hijo pródigo se había alejado mucho de donde debería haber estado. Estaba reducido y desamparado, envidiando a los cerdos y anhelando un estado mejor. Jesús dice acerca de este joven, “finalmente, recapacitó”. (Lucas 15:17) Reconoció la locura de su situación y resolvió cambiarla. Dio media vuelta y partió para su casa, humilde, penitente y reconociendo su error.

Santiago nos está diciendo que si queremos acercarnos a Dios, esto es lo que también debemos hacer. Necesitamos desear manos limpias y un corazón limpio. Tenemos que buscar la pureza en nuestras vidas. Debemos humillarnos ante Dios. En resumen, tenemos que arrepentirnos.

Sin arrepentimiento, no hay salvación (Lucas 13:3; Hechos 2:38). Si no podemos admitir nuestros propios pecados, defectos y errores, y habiéndolos admitidos, decidir dejarlos atrás, desechándolos (Hebreos 12, 1), no podemos acercarnos a Dios. Es el pecado lo que nos separa de Dios (Isaías 59:2). Si queremos estar cerca de Dios y tener esa relación con Dios, entonces tenemos que deshacernos de lo que está poniendo distancia entre nosotros.

Pero nunca debemos pensar que Dios está desinteresado en nuestros intentos, requiriendo que hagamos el viaje solos. Si tenemos un corazón arrepentido, Dios corre a nuestro encuentro para perdonarnos y darnos la bienvenida a casa. Es el padre de la parábola, movido por la emoción, el amor, el dolor y la alegría para cerrar la brecha entre él y el hijo penitente y humillado. Él nos ha mostrado esto a través del sacrificio de Jesús: Su voluntad de hacer lo que sea necesario para perdonarnos.

Todo lo que se necesita de nuestra parte es un paso. Un paso humilde en la dirección correcta, la disposición a preguntar, “¿qué debo hacer?”, y luego la resolución de obedecer (Hechos 2, 37-38).

No Recuerden Las Cosas Del Pasado

Tiempos de sufrimiento han abundado en el año 2020. La vida nunca se ha sentido más fugaz que durante los momentos en que un ser querido muere. Las Escrituras también conocen el tema de sufrimiento. El pueblo de Israel ciertamente sabía sobre el sufrimiento, pero algo siempre permaneció que fue la salvación de Dios.

“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” – Isaías 43: 18-19

Este pasaje contiene palabras de Dios a los Israelitas cuando terminaban su exilio en Babilonia. Aunque pecaron, Dios les estaba mostrando que hay un lugar especial para la esperanza en la obra restauradora que tenía reservada. Los Israelitas sabían como era estar en un desierto, mucha historia difícil pasaron. Al mismo tiempo, también sabían cómo se sentia la salvación del Señor. Dios venía de nuevo para salvar a su pueblo de la opresión de sus enemigos que ellos merecían por su infidelidad. Aún así, Dios dice que no recuerdes las cosas anteriores … Él salva a Israel y tú y yo nos beneficiamos de este momento histórico.

La relación de Dios con Israel es a menudo un espejo de la relación que nosotros tenemos con el Senor. Nos sentimos oprimidos por el pecado o las dificultades y buscamos alivio cada vez que tenemos la oportunidad. Dios tiene un punto de vista para el sufrimiento que es diferente a nuestro punto de vista. Siempre está “haciendo algo nuevo”: un camino en el desierto y ríos en en la soledad. Como creyentes, lo normal debería ser percibir las cosas nuevas que Dios está haciendo. El avivamiento que puede surgir en cualquier momento depende del Señor y, como resultado, nuestra fe se intensifica a través de cada experiencia.

Si ha aceptado a Jesús como su Señor y salvador, descanse. Permita que las Escrituras refresquen su espíritu y permanezcan en la fidelidad del Señor. Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13: 8). Él nunca nos abandonará.

-Eva Topete (Líder de Jóvenes)

Fuente de Verdad y Gozo

“Como el Padre me amó, también yo os he amado. Permaneced en mi amor ” dice Jesús (Juan 15:9).

¿Por qué querría alguien permanecer en el amor de Jesús?

En este momento, parece que lo que tenemos que hacer es quedarnos en casa, recibir información a través de nuestros medios de comunicación y asegurarnos de usar nuestras máscaras si tenemos que salir. Aunque ciertamente debemos cuidar nuestro cuerpo lo mejor que podamos, ninguna de las medidas anteriores cuidará nuestras mentes, corazones y almas que también lo requieren mucho.

Los creyentes permanecen en el amor de Jesús porque solo a través de este apego, tenemos acceso a su paz y una comprensión de como Dios ve la vida, que es lo que anhela nuestra alma. La perspectiva en la cual somos renovados diariamente por la gracia que ha sido dada a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Los desafíos que enfrentamos todos los días son nuestra mayor pista de que la vida es más que nuestras carreras, amigos o incluso familias. Jesús da un amor que no se parece a ningún otro porque proviene del creador del universo (Juan 15: 9). Es ilimitado y abarca cada posible momento feliz o tragedia que este mundo puede arrojarnos. Los seres humanos, al igual que otras criaturas, necesitan amor para prosperar. Algunos de nosotros hemos experimentado el amor a través de nuestras familias y otros de nosotros no. Dios nos ofrece un amor mayor que nunca nos defraudará. Esto es nuevo para nosotros y no lo entendemos. Lo bueno es que no tenemos que entenderlo. Podemos conocer a Dios sin conocer cada secreto del mundo (Isaías 55: 8, Job 38).

Si has aceptado a Jesús en tu corazón como tu Señor y salvador, te animo a permanecer fervientemente en el amor de Jesús. De un hermano en Cristo a otro– apoyémonos en Jesús como nuestra fuente de verdad y gozo sin importar los tiempos, mientras entendemos que esto requiere nuestro compromiso y no es una fórmula mágica para ayudar a reprimir nuestras luchas y temores (Juan 15: 1-8). Sigamos adelante porque somos salvos y amados con un amor más grande del que podemos imaginar.

– Eva Topete (Líder de Ministerio de Jóvenes)

Punto de Conexión

La respuesta natural para el miedo es ir hasta la desesperación —– pero en realidad esto no es cierto para el cristiano. No es porque seamos personas anormalmente fuertes, sino porque dependemos del Dios vivo para superar cualquier obstáculo que enfrentemos. Nuestra certeza proviene de una conexión con el Señor que cosecha fe sobre cualquier otra cosa. La oración es el punto de conexión.

Romanos 12:12 manda a los creyentes a ser fieles en la oración. Y casualmente (en realidad no tan casualmente) el mismo verso ordena ser paciente en la aflicción. Si es definitivamente difícil ser paciente durante los momentos difíciles, pero la oración debe ser el desahogo para nuestras almas. Tenemos el contacto directo con Dios, quien sabe exactamente las situaciones que enfrentamos y sabe exactamente lo que necesitamos. Orar fielmente significa que estás verdaderamente convencido de que Dios está escuchando y atento a tu vida. No hay lugar para vacilar, ya que no hay lugar para un incrédulo en el reino de los cielos, ¡así que adelante sin duda!

C.S. Lewis escribió: “Confiar en Dios tiene que comenzar de nuevo todos los días como si aún no se hubiera hecho nada”. La perseverancia en la oración requiere una nueva perspectiva cada día que pasa. Todos los días tenemos pensamientos, peticiones y deseos en nuestras mentes y corazones que debemos presentar ante Dios a través de la oración. Olvidemos la parte obvia de que no podemos escuchar la voz atronadora de Dios en nuestras habitaciones mientras oramos, sino que, por el contrario, seamos guiados por la fe a la realidad de que él nos habla a través de su Palabra y a través del Espíritu que vive en nosotros (Romanos 8:26).

Si ha aceptado a Jesús como su Señor y salvador, lo tomará como un desafío y orará fielmente durante esta temporada tumultuosa en la historia de este pais. No permita estancarse y eleve sus oraciones al Señor que escucha y ama a su pueblo.

Miedo

Miedo. Se define como la presión de la incertidumbre que resulta en preocupación y estrés. Ya sea que te sientas abrumado o simplemente se infiltre en tu vida poco a poco, todos experimentamos miedo. Hace aproximadamente un mes estábamos pensando en cómo íbamos a completar todas las actividades en nuestro planificador con la fuerza suficiente para llegar a todos ellos y, de repente, la vida se detuvo y todas estas actividades se cancelaron, de un dia para otro. La vida puede dar un giro para lo peor en cualquier momento sin previo aviso y una pandemia no es una excepción. Millones de personas se enfrentan a la pérdida de ingresos, el estrés, la enfermedad y la idea desalentadora de morir o perder a un ser querido. En esta etapa, probablemente esté pensando que esta publicación tomó un giro pesimista inesperado, pero la verdad es que todo esto es cierto y nos queda una sensación de miedo sobre el futuro.

Lo maravilloso de la vida es que “toda la verdad es la verdad de Dios” y aunque es cierto que estamos rodeados de pérdidas, no tenemos necesidad de temor porque Cristo ha superado esto y más cuando murió en la cruz por nuestros pecados. Él venció al mundo y eso significa todo en él (Juan 16:33). El miedo no es de Dios y roba toda capacidad de creer en la fidelidad de Dios en nuestras vidas. El Salmo 23: 4 se refiere al valle más obscuro que puedes atravesar, ¡pero sin temor porque Dios estará allí para consolarte! ¿Quién mejor para estar allí contigo que el Dios que te creó y el universo entero …

Jesús dice: “La paz te dejo; mi paz te doy No te doy como da el mundo. No se turbe vuestro corazón y no tenga miedo ”(Juan 14:27). Hermanos, liberen el miedo y agárrense firmemente a esta paz, porque en ella yace la clave de la vida abundante que Jesús ha significado para ustedes. ¡Ninguna pandemia puede detener la voluntad de Dios para salvar a su pueblo y ninguna enfermedad, estrés, pérdida de ingresos o incluso la muerte pueden detener la voluntad de Dios para el bien en tu vida!

Si has declarado que Jesús es tu Señor y salvador, entonces participas en la paz de Jesús con los millones de creyentes que están dejando el miedo y en cambio están haciendo crecer su fe durante este tiempo. ¡Se valiente! Y vive este día triunfante porque ya has vencido el miedo.

Habrá Un Gran Avance

¿Estás enfrentando una situación difícil o incluso imposible en este momento? Tal vez te encuentres frente a una gran barrera y te sientas atrapado. Podría ser una relación, una adicción, una enfermedad, una mentira que creas, un evento doloroso o un entorno laboral difícil. Independientemente de lo que sea, necesitas desesperadamente que Dios intervenga dramáticamente en tu vida. ¿Suena familiar?

Muchos de nosotros estamos enfrentando situaciones imposibles en las que necesitamos este tipo de avance en nuestras vidas. Sin embargo, la mayoría de nosotros nos sentamos y esperamos que Dios lo haga realidad, y luego nos preguntamos por qué no experimentamos avances tan a menudo o tan rápido como nos gustaría.

Lo que necesitamos saber es que el avance no es algo que esperemos. El avance es que Dios está esperando que nosotros respondamos en obediencia a lo que Él ya ha ordenado y ya prometido.

El avance se produce cuando damos el primer paso ofensivo contra las barreras en nuestra vida. El gran avance se produce cuando decimos: “Voy a confiar en que Dios hará sobrenaturalmente lo imposible”.

Dios hace el gran avance, pero Él está esperando que demos el primer paso de fe. Tenemos que creer en la bondad de Dios, que Dios ya ha querido un gran avance para nuestra vida. Luego, nos convertimos en “agentes de gran avance”, desatando el poder sobrenatural de Dios para cambiar nuestras situaciones imposibles en nuestros hogares, lugares de trabajo y relaciones.

A lo largo del ministerio de Jesús, lo vemos desatando el poder de Dios en situaciones imposibles. También nombró a 12 jóvenes apóstoles y les enseñó a hacer lo mismo.

¿Cómo les enseñó Jesús? Él demostró el amor y la bondad de Dios en acción predicando el evangelio del amor y el perdón, sanando a los enfermos y liberando a las personas de la opresión demoníaca. Entonces esperaba que sus discípulos hicieran lo mismo. El objetivo de Jesús era ayudarles a comprender que se suponía que también eran agentes de gran avance.

En Marcos, capítulo 6, leemos que Jesús envía a los apóstoles a predicar el evangelio, expulsar demonios y sanar a las personas tal como lo hizo (Marcos 6: 7-12). Luego, más adelante en la historia, Jesús está enseñando a una gran multitud de más de 5,000 personas cuando les pide a los discípulos que hagan “lo imposible”.

En ese instante ya era tarde, así que sus discípulos se acercaron a él. “Este es un lugar remoto”, dijeron, “y ya es muy tarde. Envíe a la gente lejos para que pueda ir al campo y aldeas circundantes y comprarse algo para comer “. Pero él respondió:” Les das algo de comer “. (Marcos 6: 35-37)

Jesús esperaba que sus discípulos alimentaran a las miles de personas en la multitud a pesar de que era imposible para ellos. Eso es porque Jesús sabía que no era imposible para Dios. De manera similar, Jesús espera que asumamos lo que parece imposible en nuestras propias vidas. ¿Por qué? Dios espera hacer cosas imposibles en nosotros y por medio de nosotros.

¿Cómo exactamente sucede? Primero, debemos ver lo que tenemos y luego dárselo a Dios con fe. Jesús sabía que los discípulos no tenían suficiente comida para alimentar a miles, pero les pidió que le trajeran la pequeña cantidad de comida que tenían (cinco panes y dos peces) y Él la multiplicó sobrenaturalmente. De manera similar, Dios quiere que consideremos lo que tenemos. Estos podrían ser nuestros dones, nuestros talentos, nuestras experiencias y nuestra personalidad única. Entonces, Él quiere usarnos como un agente de cambio en cualquier situación imposible que enfrentemos.

Lo más importante es que debemos creer que Dios es bueno, no solo intelectualmente, sino realmente creer. Debemos estar dispuestos a obedecerle y aceptar que Él está dispuesto a hacer lo imposible en nosotros y por medio de nosotros para su gloria para que más personas puedan conocerlo. No importa a qué nos enfrentemos, Dios promete aparecer en nuestras situaciones difíciles de una manera que declara y revela su gloria y bondad.

Porque para Dios nada es imposible.

Dios Escucha Nuestras Oraciones

Dios nos responde cuando oramos, Como seres humanos tenemos que estar reconciliados con el porque no siempre Dios contestará nuestras oraciones de la forma que esperamos. En los versos de la Biblia está escrito: “La oración de fe salvará al enfermo.” La enfermedad nos puede llevar a todo tipo de tentaciones – impaciencia, intranquilidad, ansiedad, quejas, etc. Si utilizamos estas oportunidades para ser salvos de estos pecados, entonces Dios puede hacer una obra en nosotros que no necesariamente se hubiera  llevado a cabo estando sanos. Las pruebas que experimentamos pueden fortalecer nuestra relación con Dios. ¡Y de este modo somos salvos! Salvos del pecado que está en toda la humanidad y que es la mayor enfermedad de todas.

Tenemos un Dios que escucha nuestras oraciones, y que no es indiferente con nosotros. ¡Continúa en la fe! ¡Cree en el Dios de los milagros!

Has sido obediente a lo que está escrito en la carta de Santiago, y las oraciones de fe son ante el rostro de Dios. Él toma estas oraciones en consideración. Conmueven el corazón de Dios. Él nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Él escucha, y pone atención, y en el tiempo justo obra. Tenemos un Dios que escucha nuestras oraciones, y que no es indiferente con nosotros.

En ocasiones la sanación puede ser instantánea. De las puertas de la muerte a la  plena salud, en un abrir y cerrar de ojos. En otras ocasiones uno ni siquiera alcanza a darse cuenta que la flecha ha comenzado a dar la vuelta desde la enfermedad a la salud. Algunas veces se lleva a cabo un “milagro” por medio de las manos del médico. Pero jamás dudes que Dios ha escuchado tus oraciones. “La oración eficaz del justo puede mucho.” ¡Continúa en la fe! ¡Cree en el Dios de los milagros!

Podemos leer la historia de Ezequías en 2 Reyes 20. Estaba enfermo, y pronto a morir. El profeta Isaías fue con él y le dijo: “Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.” Pero Ezequías oró a Dios, y Dios envió a Isaías de vuelta a Ezequías con el mensaje: “Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano… Y añadiré a tus días quince años.” El plan de Dios era que Ezequías muriera, pero sus oraciones conmovieron el corazón de Dios.

Hermano Walter Bustamante

Libertad Cristiana

Pablo dijo: “Si la comida hace que mi hermano tropiece, nunca comeré carne, no sea que haga que mi hermano tropiece” (1 Corintios 8:13). Y luego continuó describiendo a lo largo del capítulo 9 muchas formas en que se abstuvo voluntariamente de las cosas de las que era libre de disfrutar como cristiano, por no mencionar a un apóstol, como varios tipos de comidas y bebidas, el matrimonio y un salario ministerial de tiempo completo ( 1 Corintios 9: 4–7).

La orientación completa de Pablo en la vida era ganar la mayor cantidad posible de personas al evangelio (1 Corintios 9: 22–23), por lo que trató de eliminar la mayor cantidad posible de obstáculos que impedirían que muchos llegasen a entender el evangelio (1 Corintios 9:12). Para Pablo, esta era la libertad cristiana: “Porque aunque soy libre de todos, me he hecho un servidor para todos, para poder ganar más de ellos” (1 Corintios 9:19). Entonces, cuando Pablo escuchó que los cristianos en corintios estaban discutiendo acerca de si eran o no libres de comer carne de sacrificio, esencialmente les dijo que estaban perdiendo el punto:

“Todo me es lícito, pero no todo me conviene. Todo me es lícito, pero no todo edifica. Que nadie busque su propio bien, sino el bien de su prójimo.” (1 Corintios 10: 23–24)

Para Pablo, esto era la verdadera libertad cristiana: hacer lo que sea necesario para amar al prójimo por Amor a Jesús.

Nuca entenderémos las circunstancias por las que los hijos de Dios pasan día a día, pero podemos poner en práctica las enseñanzas de Pablo. ¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo uno se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar!

Todos los Atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanece, pero nosotros lo hacemos por uno eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito, que no parezcan golpes al aire, por eso disciplinó mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entrenó para que haga lo que debe hacer, de lo contrario temo, que después de predicar a otros, yo mismo quede descalificado.

Verdadera Libertad Cristiana

Hermano Walter Bustamante