Puntos Ciegos

“¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando ahí tienes una viga en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.” (Mateo 7:3-5)

Una de las habilidades de vida más importantes que debes aprender es la resolución de conflictos. Si no lo haces, vas a pasar gran parte de tu vida miserable, porque somos personas imperfectas, y tenemos conflictos casi todos los días de nuestras vidas.

Si quieres resolver un conflicto, vas a tener que dar el primer paso. Eso significa que tendrás que pedir la ayuda de Dios, porque requiere coraje acercarse a alguien con quien estás en conflicto y decirle a esa persona que quieres sentarte y resolverlo.

Entonces, no empiezas con lo que la otra persona ha hecho mal. No comienzas con un montón de acusaciones o formas en que has sido herido. Comienzas con lo que es tu culpa.

El conflicto puede ser 99.99 por ciento de su culpa. ¡Pero siempre puedes encontrar algo para confesar! Tal vez fue tu respuesta pobre, incluso si salió de la actitud defensiva. Quizás fue tu actitud. Tal vez fue la forma en que te alejaste.

Tienes debilidades en tu vida que otros ven claramente pero nunca has visto. Esos son tus puntos ciegos. Tienes debilidades sobre las cuales no tienes idea. Es por eso que debes llegar a la resolución de conflictos con un corazón humilde y comenzar con tus propias fallas.

Jesús dijo: “¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando ahí tienes una viga en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.” (Mateo 7:3-5)

Él dice que primero debes confesar tu parte del conflicto. ¿Cuál es la viga en tu ojo que te impide ver la situación con claridad? No empieces con la otra persona y todas las formas en que te han lastimado hasta que hayas confesado tu parte del conflicto primero

¿Causaste conflicto siendo insensible? ¿O fuiste demasiado sensible? ¿No mostró compasión por la persona que estaba sufriendo? ¿Estabas siendo demasiado exigente? ¿Cuáles son tus puntos ciegos? Una vez que los descubras y los confiesas, estarás listo para el siguiente paso en la resolución de conflictos.